sábado, 13 de septiembre de 2008

La guarida del Diábolo

Una sorpresa más. Algo que nadie podría imaginar.

Efectivamente, inutil es el prejuicio y el pensamiento previo.
Por más que te entregues al descubrimiento sin pensar, te atravesará la médula como espada de torero.
Un juego sin reglas, sin espacio ni tiempo.
La mente es una peligrosa guarida, un baúl lleno de hojas del otoño pasado.
El viento cruje y el agua está a punto de hervir.
El mate debe tomarse a temperatura precisa.
Ni un poco más, ni un poco menos.
Así es la vida mi querida Eva.