Adan no es invierno, mi querida EVA. Adan es calor, fuego, atracción.
En el frio de la tarde, cuando llueve en ciberbaires, Adan se acobija con el calor de un bandoneón.
Se pierde en las gotas que caen por el vidrio. Así imagina un lugar, una canción, una textura suave y dócil. Un gesto entrañable, sincero y confiable.
Pero no todo es prosa ni burbujas, mi querida bruja. Adan tiene bronca. Repudia las almas hipócritas, cobardes y deshonestas que sonrien por delante y escupen bajezas por atrás. Sin dudas, almas débiles, que necesitan denigrar a otros para sentirse mejores personas. Así, mientras esbozan una bocanada de humo, se llenan las amigdalas con frases llenas de maldad. TRISTE nomás. Quien cree que todo sabe, nada más puede aprender. Debería haber un remedio para estos males, algún medicamento que por ejemplo refuerce la humildad, que aumente la grandeza, que vacune contra el odio.
Inventaré una universidad del alma en la que se dicte la Licenciatura en Almalogía y otras carreras. Sin dudas, como cualquier carrera enseñará las cuestiones universales y principales, luego cada uno deberá profundizar siguiendo su propia búsqueda.
Continúa lloviendo en Ciberbaires, tal como cuando comenzó este suspiro del alma. En el cosmos, todo continúa unido y girando. Siguen existiendo los secretos y las revelaciones.
Adan tiene un secreto, que atesora como el más antiguo de los misterios.
Su secreto no es decible, no es transferible.
Hay que vivir el secreto de Adan.
lunes, 19 de julio de 2010
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