Adán renace una vez más.
El silencio ha sido el apropiado y la pausa certera. No existe obra musical que prescinda de estos condimentos.
Mi querido lector, en cuanto menos lo esperes, adán traerá brisa del mar a tus ojos cansados. Mientras tanto, comienza a abrirlos porque temo que la verborragia te encandile.
Adán no grita lo que tus ojos quieren leer. Es TU elección alimentarte de este peligroso fruto.
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario