martes, 15 de abril de 2008

Y las olivetti che?

MORTIMER dice:
donde quedaron las olivetti?
Así empezó todo, con una simple pero certera pregunta del compañero.

Pa aquellos que transiten los 20 o menos, las olivetti fueron las precursoras de las notebooks. Venían en una bonita valija color azul y además de traer el word como única aplicación disponían de la ventaja de traer impresora online!!!! Cada pensamiento que vomitabas en el artefacto se veía reflejado de forma instantánea en la hoja amarillenta que escupía por la borda!

Lamentablemente el avance tecnológico no acompaña al crecimiento humano. Si bien es cierto que la máquina la hace el hombre, y es lo que el hombre hace con ella! (gracias Drexler!) (cómo me gusta citar, qué pesado!!!!), también es cierto que el hombre de hoy, de ayer y quizás el de siempre, es una máquina.

Y me refiero a máquina, no como herramienta de cambio para algo mejor, sino como aquello programado para continuar funcionando hasta que se queme el motor, o se quede sin tinta el cartucho, sin detenerse siquiera un minuto a reflexionar en la función que cumple.

Creo que no me equivoco al pensar que cada tecla que en este momento estoy tipeando responde a un programa pre seteado en el cual mis pensamientos se encuentran encasillados y mi actuar es tan sólo una consecuencia de una ausencia de causas.

Está bien, quizás no todo el tiempo seamos parte del engranaje. Pero quién se atreve a demostrar con hechos lo contrario? Al único que le creería es a un linyera, tal vez a un loco.

El resto, hagamos lo que hagamos, somos máquinas que día a día nos modernizamos. Aprendemos nuevas rutinas y las ponemos en práctica en breve. Nos mimetizamos con otras máquinas, comprendemos su funcionamiento y queremos funcionar de la misma forma.

Día tras día, apagamos un despertador, nos levantamos, algunos nos bañamos, otros lo hacen de noche, trabajamos, comemos, dormimos, nos relacionamos, y así día tras día.

De vez en cuando pensamos un poco y tenemos conciencia de nuestros actos, de nosotros mismos. En esos momentos, las tripas se retuercen, los ojos duelen y la cabeza se siente cansada. Cansada de utilizar un músculo que rara vez ponemos en práctica. Si total ya está todo pensado, inventado. Inventado para qué diría yo? pensado para qué? para que nuevamente seas una máquina que alimenta el consumo? ja!

Sigamos siendo devoradores de productos y nos veremos todos juntos en el shopping de los muertos!

Crudo? na, simple y certero, como la pregunta del compañero!

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