Querido convaleciente, el menú está servido. A diferencia de lo que vulgares chefs puedan contradecir (y bienvenidos sean por ello!), no hace falta un exquisito paladar. Acá se sirve puchero, ropa vieja, lentejas y locro. Hace falta como estos ilustres chefs, estar abierto a la contradicción, un corazón predispuesto, preferentemente bien caliente y con hambre.
Mucha Hambre! Para comer con los dedos todo el picante y la polenta que necesitamos para desafiar este frio mental sin necesidad de cubrirnos con mantos púrpuras.
Y esperamos que el menú sea genial, que nos vuelva más vivos y nos fortalezca! ¿no? Ja! No se puede comer un jabalí con dientes de leche.
Todos los platos son para 2, siempre es más lindo compartir!Se puede comer un Lunes, o cualquier otro día del mes. Sabe mejor camino a Morón y es recomendable hacerlo en primavera. Huele a jazmin o a ceibo dependiendo del brevaje con el que se lo acompañe. Se aprecia mejor con un disco de Luis A.Spinetta, exclusivamente "Los libros de la buena memoria". Se sentirá luego tan libre como caballo de zoológico en calesita!
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